También pensamos que sería interesante explorar las sombras que percibimos mediante el juego luz-oscuridad. Por lo tanto, cubrimos puerta y ventanas del salón con bolsas plásticas negras y apagamos las luces. Les pedimos a los chicos que trajeran focos al kinder y trajimos algunos objetos que brillan en la oscuridad como una extensión de luces (las del árbol de Navidad)
Los chicos estaban impresionados por la luz que tenían algunos de sus zapatos al caminar, por la luz que entraba por las esquinas de la ventana y por el movimiento de las luces de los focos en el cielo raso, las paredes y el piso. También observaron el cambio del color de la luz al utilizar papel celofán.
Con unos cambios mínimos nuestro salón se transformó de nuevo en un laboratorio de nuevas experiencias. Estoy segura que lo volveremos a repetir pronto con algunas variaciones!
Tienen alguna sugerencia para explorar la luz y la oscuridad? o en alguna oficina aún tienen un proyector de filminas que no utilicen (no pudimos encontrar uno, al parecer ya nadie los utiliza). Si saben de alguno nos avisan.