Árboles que llenaban de color nuestro recorrido a casa han ido cediendo espacio a construcciones que invaden cada vez con mayor fuerza nuestro preciado pedazo de tierra.
Cada vez hay menos árboles y más ruido: ruido de maquinaria, de concreto, de masas trabajando en aceras, techos y estructuras, grúas como pájaros vigilantes que nos siguen a la distancia.
En medio de este escenario y con Felipe en el asiento trasero del carro pienso en qué hacer para que él pueda disfrutar lo que yo he visto: árboles vestirse de amarillo, bandadas de pericos surcando el cielo al atardecer, jardines llenos de hojas secas, mariposas que se atreven a pasear entre las flores de nuestro jardín. Qué podemos hacer para conservar todo esto?
He aquí una lista de cambios (casi como la lista para Santa) que vamos a iniciar en casa y que quisiera compartir con ustedes. Son cambios que nos acercan a la naturaleza y también nos ayudan a ahorrar energía de manera general.
Hacer una huerta: no tiene que ser muy grande ni muy complicada. Sembrar lechuga, culantro, rábanos... comer ensalada fresca. Agregar tomillo, orégano, albahaca, romero: salir al jardín y recoger las hierbas frescas! Si no tenemos un jardín grande podemos hacerlo en maceteras rectangulares o hasta podríamos usar sacos plásticos para sembrar las semillas y luego trasladarlas con mayor facilidad de un lugar a otro.
Cambiar los bombillos incandescentes de la casa por lunimaria fluorescente que consumen menos energía.
Empezar un "compost": clasificar la basura orgánica (cáscaras de frutas y verduras, residuos) y depositarla en un rincón de nuestro patio, aislada de nuestro perro (Chivas) para que no haga desastres! y agregar algunas lombrices que oxigenen la tierra y permitan el proceso de descomposición. Agregar todo desecho orgánico menos huevo y carnes.
Sembrar un árbol: Un árbol puede hasta convertirse en un hermoso regalo. Cuando tenemos alguna celebración y buscamos un presente para regalar, pensemos en regalar algo que perdure, que fomente el amor por la naturaleza y que despierte la conciencia de los demás. En lugar de comprar otro objeto para la casa u otro juguete, regalemos naturaleza.
Salir al parque: Todos tenemos al menos un parque cerca de nuestra casa y los que tienen más suerte tiene montañas llenas de frescura, sombra y paz. Apaguemos el televisor, busquemos agua para refrescarnos en el camino y salgamos con nuestros hijos a caminar. Una oportunidad más de compartir en familia y de conversar.
Donar algo que no usamos y que puede ser útil para alguien más. Evitemos comprar y consumir: regalemos revistas y libros que ya hemos leído, ropa, muebles, etc.
Utilizar servilletas de tela en lugar de servilletas de papel. Aunque requieren de lavado y consumo de agua es mejor que utilizar paquetes enteros de servilletas de papel. Sobretodo durante fiestas y celebraciones.
Usar papel al mínimo. Utilizar cada trozo de papel disponible al máximo y por ambos lados. Los tiquetes del peaje son muy útiles cerca del teléfono para anotar mensajes en el reverso.
Regular el flujo de agua de la grifería cerrando un poco la llave de paso para salga menos agua cada vez que nos lavamos las manos o los dientes.
Re-utilizar el agua que usamos para lavar frutas y verduras en el riego de plantas.
Creo que estas ideas son suficientes para iniciar, talvez sirva de efecto de bola de nieve y ustedes decidan iniciar su propia lista. Nosotros vamos a empezar paso a paso para no desertar en el intento. Por favor envíen sus sugerencias. Ahí les mantendremos al tanto.
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