9 de junio de 2008

El poder de los cuentos

A quién no le gusta escuchar un cuento? Aún de adulta a mí me encanta escuchar cuentos y ahora los disfruto mucho más porque los comparto con mi hijo Felipe y mi esposo antes de dormir. Lo que sucede en nuestro caso es que el único que queda despierto al final de la historia es el cuentacuentos porque el sonido de la voz tiene un poder adormecedor increíble. Si no que lo diga Tomás Jiménez que cayó dormido cuando leíamos "La semilla de zanahoria"

Cuando estamos leyendo cuentos en el kinder todos empiezan muy atentos y poco a poco se ponen cada vez más cómodos y relajados. Algunos se acuestan en el piso, otros se levantan y hay quiénes simplemente no pueden mantener los ojos abiertos por mucho rato. Pero todos prestan atención y nuestra clase recupera el silencio y la tranquilidad por unos minutos!

Yo personalmente disfruto mucho de leer y leer a las niñas y niños es aún mejor.

Lo interesante de leer con uno de ellos en brazos es ver a los demás hablar bajo para no molestar al niño que descansa, buscar sus pertenencias y ponerlas al lado de su cama mientras duerme y brindarle la posibilidad de sentirse seguro y descansar. Todo esto gracias a un libro que siempre está a nuestro alcance, gran empatía y respeto.

Ahora con estas tardes de lluvia lean o mejor aún, pidánle a alguien que les lea un cuento en medio de las cobijas y disfruten. Yo por mi parte, en esta tarde gris y fría me voy a leer!

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