Queremos trabajar !

Ultimamente hemos notado en los chicos y chicas una disposición a realizar trabajos más extensos que además involucran un sentido de comunidad muy hermoso. Fue así como decidimos utilizar el espacio que los chicos y chicas utilizaban para descansar (justo después de tomar la merienda) y ofrecerles la oportunidad de colaborar en la limpieza general del salón.

Lo que sucedía antes era que los chicos y chicas se acostaban en las camas portátiles mientras las maestras hacían la limpieza. Sin embargo, los chicos y chicas constantemente buscaban nuestra atención y manifestaban poco interés en "descansar". Así que decidimos involucrarlos en la limpieza diaria; preparamos el material de lavar los platos, trajimos a la clase escobas, palas y trapeadores pequeños y presentamos a los chicos la forma correcta de utilizar estos materiales.

Los chicos y chicas han mostrado muchos deseos de colaborar, al terminar la merienda solicitan las actividades que desean realizar y hemos rotado a los chicos en parejas que trabajan juntas en un mismo fin.

Lo que ha sucedido es que los chicos limpian las mesas, lavan los limpiones, la pila del agua, las sillas, los platos de la merienda (incluyendo los picheles de vidrio), devuelven a la cocina los utensilios que usamos (con ayuda de una maestra) y dejan la clase limpia y ordenada solamente con algo de supervisión distante.

Trabajan por un periodo extenso, sin diferencias, en un trabajo cooperativo y ponen en práctica todas sus habilidades de control de movimiento, independencia, cordinación, concentración, etc.

Es increíble como los chicos y chicas solicitan lo que desean y necesitan para su propio desarrollo. Solamente debemos prestar atención para poderpropiciar espacios-situaciones de gran aprendizaje y crecimiento. En este caso los chicos prefieren trabajar que descansar.

En la foto Mariangel y Sofía se encargan de lavar los platos que utilizamos en la merienda. Ambas llenan las bateas de agua, una enjabona y lava y la otra enjuaga los platos. Al final botan el agua, limpian las bateas y dejan los platos secarse solos.

Formas grandes y pequeñas

Hemos estado comparando objetos grandes y pequeños. En esta ocasión, los chicos y chicas hicieron sellos con tubos de cartón, eligieron los tubos que deseaban usar de acuerdo a su tamaño y alternaron colores de pintura.

Las actividades de arte siempre son un éxito completo y aunque los chicos trabajan juntos en una mesa grande cada quien hace creaciones totalmente diferentes. Algunos mezclan los colores con sus manos además de estampar las formas, otros estampan una forma dentro de la otra y la intencionalidad de su trabajo se compara con los movimientos impulsivos de otros chicos más pequeños.

Todos disfrutan del proceso que es lo más importante y además experimentan mezclando colores, trabajando en un formato de papel grande, disponiendo del espacio y ejercitando la cordinación visual-manual. El resultado también es muy agradable pues muestra como los chicos y chicas pueden producir algo muy bello con elementos cotidianos.

Cuidando del ambiente

Aquí está Juliana cuidando de la planta que trajo al aula al inicio del curso. Miren su concentración, la delicadeza de sus movimientos y su interés por sacudir el polvo de las hojas de la planta.

Esta actividad permite a los chicos y chicas acercarse a elementos del medio ambiente, conocer sus propiedades físicas y además ser protagonistas en el cuido del aula.

Estamos motivando a las chicas y chicos a hacerse cargo de la limpieza, el orden y el cuido de los materiales del aula. Su respuesta ha sido un excelente trabajo con gran concentración y lo más importante, trabajan para satisfacer una necesidad comunitaria (grupo) y no un interés individual.

Verlos barrer el piso, sacudir las mesas, lavar los platos, regar las plantas y sacudir sus hojas nos llena de satisfacción pues evidencia su progreso e independencia.

Observen a sus chicos y chicas en casa. Siéntese por ahí, en silencio y permítales apropiarse también de su hogar y las actividades que suceden ahí día a día.

Nota para una "madre enamorada"

Los cilindros graduados de colores trabajan los conceptos de altura y diámetro en tercera dimensión. Estos cilindros se presentan en cuatro cajas, cada una de un color diferente: amarillo, rojo, verde y azul. Estas cajas de cilindros se pueden trabajar independientemente o en forma conjunta en diferentes combinaciones.

Aquí está Emma trabajando con los cilindros graduados de colores: combina las cajas amarilla y verde. Toma mucho tiempo en organizar los cilindros de ambas cajas en orden (lo hace con ayuda de la guía). Su mayor reto es manipular los cilindros de menor diámetro pues es más difícil que se mantengan de pie y se requiere un pulso muy delicado para no hacerlos caer.

Durante este proceso Emma trabaja gustosa y con mucha paciencia, sus movimientos requieren de gran cuidado y seguridad y el ejercicio es bastante extenso. Primero coloca todos los cilindros de la caja amarilla en fila, luego hace lo mismo con los cilindros de la caja verde y después coloca los cilindros verdes sobre los amarillos. Descubre que calzan perfectamente pues comparten el mismo diámetro aunque sus alturas son inversas.

Es increíble la forma en que una niña o niño se puede concentrar cuando tiene interés en una actividad específica. Su rostro se transforma, no le molesta la actividad a su alrededor y siente una inmensa satisfacción al concluir el ejercicio.

Creo que la madre de esta niña tiene una razón más para estar enamorada!!

Compartiendo quien soy

Cómo construyen nuestros chicos y chicas su identidad personal?

La construyen al reconocerse a sí mismos, reconocer quiénes son importantes en su vida y al diferenciarse de los demás. Su identidad se construye a partir de momentos, memorias, lugares y experiencias.

Al compartir con los demás lo que les gusta hacer, quiénes son sus familiares y amigos, sus gustos, etc. se reconocen a sí mismos y reconocen a los otros. Por eso es tan importante revivir estos aspectos con frecuencia.

Recapitular lo sucedido en un paseo familiar, contarles lo que le sucedió a su hermano o hermana, hablarles de nuestro día, preguntarles de su día, recordar acontecimientos pasados (su nacimiento, el matrimonio de sus padres, la visita de algún familiar que no ven con frecuencia). Utilicen fotografías, video, diarios, objetos, todo lo que esté al alcance!

De esta manera estarán ayudando a su hijo e hija en su proceso de crecimiento y además podrán disfrutar de un rato muy agradable.

En esta foto Adrián le muestra a Julián su libro de familia.

Viva el arte

Muchas veces queremos propiciar actividades de arte en casa para nuestros chicos y chicas pero no sabemos por donde empezar. La mayoría de nuestros hijos e hijas tiene libros de colorear, marcadores y crayones, pero el arte es mucho más esto.

Lo primero que debemos hacer es abrir nuestra mente a materiales alternativos que los chicos y chicas pueden utilizar para crear. Pensemos en pintura, pinceles, tijeras, goma, papel (diferentes texturas, peso, color y tamaño), materiales de desecho (cartón grueso de cajas, tapas plásticas de colores, corchos de botellas de vino, chapas, tubos de cartón (papel mayordomo) y cartones de huevo.

Luego debemos hacer los materiales accesibles a nuestros hijos e hijas. Accesible significa "libre acceso". No vamos a poner a disposición de los chicos 100 hojas de papel bond, una gomera llena de goma, cinco colores de pintura, todos los materiales de desecho, etc.

Debemos regular los materiales a los cuales los chicos tienen acceso para garantizarnos su máximo aprovechamiento. Por lo tanto, podemos poner a su alcance grupos de materiales de acuerdo a los proyectos específicos que desean explorar.

Por ejemplo, si les vamos a brindar pintura, pongamos un pincel y un recipiente para enjuague (con la cantidad de agua permitida marcada con un marcador permanente) y papel para usar en un caballete de pintura o sobre una mesa. Para dispensar papel de grandes dimensiones se pueden enrollar las hojas individualmente con una liga o se puede poner en la pared (cerca del caballete o la mesa de pintura) un trozo de plástico adhesivo pegado a la pared que nos permita colgar los papeles de grandes dimensiones con dos trozos de masking tape. De esta manera podemos dejar dos o tres hojas a disposición de los chicos para que las tomen cuando las necesitan.

Si el proyecto es hacer "collages", retiramos los materiales de pintura del área y ponemos goma (una gomera medio llena funciona mejor que una totalmente llena), una tapa (de gerber) para dispensar la goma, cartón de reciclaje (de cajas de cartón) y los materiales de "collage" (papel, botones, tela, escarcha, trozos pequeños de lana, tapas de plástico, corchos, etc.

Pensando en manejar estos materiales en casa con los chicos algunas veces suena demasido!

Es importante tener una actitud relajada y olvidarnos de las manchas en nuestra ropa, nuestros sillones y el suelo (básicamente). Cubramos el piso de la zona de trabajo con plástico que protegerá la superficie y destinemos una mesa para pintar (las de "carretoneros" son ideales), busquemos un delantal para los chicos y listo. De esta manera no hay problema con las manchas y los chicos podrán disfrutar y trabajar mucho más tranquilos.

Por último, mostremos el trabajo de nuestros hijos... en su cuarto, enviémoslo a abuelita, hagamos un tarjeta, pongámoslo en la puerta de la refrigeradora y si el trabajo lo amerita pongamos un marco y colguémoslo en la sala.

Atrévanse y buena suerte en esta aventura.

A través del espejo

Con la ayuda de espejos pequeños dedicamos un rato para observar nuestro rostro y encontrar detalles particulares que nos diferencian de los demás.

Los chicos y chicas disfrutaron mucho de esta experiencia. Exploraron sus cejas, cabello, lengua, orejas y ojos. Vimos que el largo y color de nuestro cabello era muy diferente. Algunos chicos incluso descubrieron lunares y aretes en sus orejas y otros aprovecharon para peinarse.

Cada chico y chica manipuló un espejo pequeño y liviano que posteriormente llevamos a la mesa para realizar un dibujo de nuestra cara.

Es importante observar nuestro cuerpo y las cualidades que nos hacen únicos y especiales. Además esto nos permite reconocer lo que nos diferencia de los demás y aprender a valorar estas diferencias.

Adivina quién soy?

Con nuestros ojos vendados vemos cosas que a veces pasamos por alto: la suavidad de nuestra piel, el grosor de nuestro cabello, el detalle de la ropa que usamos, nuestra temperatura corporal.

Luego de hablar de las características que nos identifican y de aquellos rasgos que todos compartimos, nos dimos a la tarea de reconocer a nuestros compañeros solamente con nuestras manos (utilizando un antifaz).

Para algumos chicos el reto fue ponerse el antifaz (porque el simple hecho de no ver era demasiado pedir), para otros lo difícil fue aproximarse a los demás y hubo quienes se sentían incómodos al ser tocados por sus compañeros y guardaban su distancia como gran recelo.

Nuestro principal objetivo con esta actividad fue traspasar esa barrera que mantenemos siempre erguida ante los demás, abrir ese espacio de "comfort" que nos protege y dejar a los otros entrar... aunque fuera por unos minutos.

Los chicos estaban en silencio y todos querían experimentar ambas opciones ser reconocidos y reconocer a los demás. Fue muy interesante ver con nuestras manos y aprender más de cada uno de nosotros.