Con la ayuda de espejos pequeños dedicamos un rato para observar nuestro rostro y encontrar detalles particulares que nos diferencian de los demás.
Los chicos y chicas disfrutaron mucho de esta experiencia. Exploraron sus cejas, cabello, lengua, orejas y ojos. Vimos que el largo y color de nuestro cabello era muy diferente. Algunos chicos incluso descubrieron lunares y aretes en sus orejas y otros aprovecharon para peinarse.
Cada chico y chica manipuló un espejo pequeño y liviano que posteriormente llevamos a la mesa para realizar un dibujo de nuestra cara.
Es importante observar nuestro cuerpo y las cualidades que nos hacen únicos y especiales. Además esto nos permite reconocer lo que nos diferencia de los demás y aprender a valorar estas diferencias.
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