3 de abril de 2008

Adivina quién soy?


Con nuestros ojos vendados vemos cosas que a veces pasamos por alto: la suavidad de nuestra piel, el grosor de nuestro cabello, el detalle de la ropa que usamos, nuestra temperatura corporal.

Luego de hablar de las características que nos identifican y de aquellos rasgos que todos compartimos, nos dimos a la tarea de reconocer a nuestros compañeros solamente con nuestras manos (utilizando un antifaz).

Para algumos chicos el reto fue ponerse el antifaz (porque el simple hecho de no ver era demasiado pedir), para otros lo difícil fue aproximarse a los demás y hubo quienes se sentían incómodos al ser tocados por sus compañeros y guardaban su distancia como gran recelo.

Nuestro principal objetivo con esta actividad fue traspasar esa barrera que mantenemos siempre erguida ante los demás, abrir ese espacio de "comfort" que nos protege y dejar a los otros entrar... aunque fuera por unos minutos.

Los chicos estaban en silencio y todos querían experimentar ambas opciones ser reconocidos y reconocer a los demás. Fue muy interesante ver con nuestras manos y aprender más de cada uno de nosotros.

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